Franquiciado
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Un condominio es aquella situación en la que la propiedad de una cosa, generalmente un inmueble o una finca, es compartida por dos o más personas. Un condominio es, por tanto, un dominio compartido.
La extinción de condominio consiste en que una de las partes cede la propiedad de la vivienda a otra. Dicho de otra forma, la extinción del condominio es una forma relativamente sencilla de dividir una comunidad de bienes y se regula legalmente a través de los artículos 400 y 406 del Código Civil.
¿En qué situaciones es habitual una extinción de condominio?
La extinción de condominio es una opción habitual en las separaciones de parejas que poseen un inmueble al 50%. Es habitual también en casos de herencias, en los que varios herederos reciben un inmueble. En estos casos, la figura legal de extinción del condominio supone un ahorro fiscal, al ser una transacción más económica que la compraventa, lo que la convierte en una alternativa muy interesante en muchos casos.
¿Cómo tributa la extinción del condominio?
La extinción del condominio tributa a través del impuesto de Actos Jurídicos Documentados, y supone alrededor de un 1% sobre el valor real de los bienes adjudicados. Este porcentaje puede variar ligeramente, dependiendo de la comunidad autónoma en la que se produzca la extinción del condominio.
Si la persona que cede su proindiviso recibe más dinero del valor que tiene su parte, deberá tributar en el IRPF por el incremento producido en su patrimonio.
En el caso de la compraventa, la tributación se realiza a través del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y oscila entre un 6% y un 8%, un porcentaje que varía de una comunidad autónoma a otra, pero que, como podemos ver, es mucho más elevado que una extinción de condominio.